El Primer encuentro nacional de comunicadades afectadas por el monocultivo de caña de azucar reunió a lideresas y líderes de varias comunidades del país y a diversas organizaciones sociales y ambientales que mantienen una lucha en la defensa de los derechos de las comunidades rurales.
Por dos días consecutivos estuvieron reunidos para analizar el impacto profundo que tienen las malas prácticas que impulsan los empresarios del azucar y como estos afectan en la salud, medio ambiente, agua y en el incremento de la contaminación.
En El Salvador se cultiva alrededor de 113, 000 manzanas de caña, la mayoría en los departamentos de Usulután, San Miguel, San Vicente, La Paz, La Libertad, Cuscatlán, San Salvador, Sonsonate y Ahuachapán.
El encuentro organizado por el movimiento Azucar Amarga tiene por objetivo sensibilizar y empoderar a las líderesas y líderes comunitarios de conocimiento sobre derechos ambientales y humanos, y sobre las afectaciones y daños irreversibles que ocasiona las malas prácticas del cultivo de caña.
Los liderazgos de las comunidades dejaron claro que no están en contra del azúcar, sino de las malas prácticas agrícolas que usan los empresarios, quienes no tienen consciencia de la contaminación que genera la fumigación área, del riesgo que corren las familias por la quema descontrolada de los cultivos y del uso excesivo del agua que deja a las familias de las comunidades sin el vital líquido.
Tanto los organizadores del evento, que son representantes de organizaciones sociales y ambientales, así como los liderazgos comunitarios afirman que otra agricultura es posible y hacen un llamado a los empresarios privados, al gobierno central y gobiernos locales para que tomen medidas urgentes en la aplicación de prácticas agricolas amigables con el medio ambiente y con las personas.
El encuentro fue posible gracias al trabajo organizativo de CRIPDES, FESPAD, UNES, VOCES DE LA FRONTERA, ARUMES y al apoyo solidario de INKOTA