“Nos decían que era veneno, que no la fuéramos a consumir porque nos íbamos a enfermar… lo extraño resultaba en que nuestras manos se “amarillaban” por la faena de pintar las pitas toda la mañana con el “camote” y al mediodía almorzábamos con las manos así…
En el 41 aniversario de la Masacre del Sumpul estamos nuevamente rindiendo homenaje a más de 600 víctimas inocentes que un 14 de mayo de 1980 fueron brutalmente asesinados por el único delito de ser pobres y organizarse para exigir y reclamar el respeto a sus derechos.