“Nos decían que era veneno, que no la fuéramos a consumir porque nos íbamos a enfermar… lo extraño resultaba en que nuestras manos se “amarillaban” por la faena de pintar las pitas toda la mañana con el “camote” y al mediodía almorzábamos con las manos así… nadie resultó con problemas, jamás… Ahora entendemos que la idea de ellos era que no conociéramos sobre los beneficios de la planta y temiéramos probarla…”
Así reflexionaba un grupo de mujeres, de avanzada edad, durante una jornada de preparación de comida y bebidas basadas en las raíces de esta interesante planta, conocida como cúrcuma. La capacitación estaba siendo organizada por la Secretaría de la Mujer de CCR para promover su uso como condimento natural y medicina natural. El testimonio hace referencia a una exigua industria de tintes que funcionaba en el oriente de Chalatenango, anterior al conflicto armado de 1980, lo cual explica de algún modo la existencia silvestre y natural de la Cúrcuma en esta zona de Chalatenango.
La cúrcuma es una hierba muy importante en la medicina india de Ayurvedic (medicina tradicional India): Un símbolo de la prosperidad, es considerado una hierba para la limpieza del cuerpo entero. Médicamente, fue utilizado como una ayuda para los tratamientos digestivos, la fiebre, las infecciones, la disentería, la artritis, y la ictericia (color amarillento de la piel por causa de algunas dolencias) y otros problemas del hígado. Cúrcuma es usada por los médicos chinos tradicionales para tratar problemas del hígado, la congestión del pecho y malestares menstruales. Los griegos antiguos estaban bien enterados de las propiedades curativas de la cúrcuma. También la cúrcuma había sido utilizada para hacer los tintes amarillo-naranja.
En la India, la cúrcuma se utiliza para el tratamiento de la anorexia (falta de apetito), de los desórdenes del hígado, la tos, heridas diabéticas, reumatismo, y la sinusitis. Se está evaluando actualmente por sus características anticancerígenas y antimutagénicas.
Tratamiento de la herida: Asperje un poco cúrcuma en cortes y rodajas después de que se hayan lavado bien. La cúrcuma, con su acción anti-bacteriana, prevendrá las infecciones bacterianas de la herida.
Ayuda Digestiva: La cúrcuma estimula el flujo de las sales de biliares, que ayuda a digestión de las grasas. Parásitos Intestinales: La cúrcuma combate los protozoos según las pruebas de laboratorio.
Protección Del Hígado: tiene un efecto protector en el tejido fino del hígado expuesto a las drogas perjudiciales del hígado. Habiendo sido utilizada tradicionalmente para las dolencias del hígado.
Artritis: La ayuda antiinflamatoria para la acción de la cúrcuma reduce la inflamación de la herida y en tratamiento de la artritis.
Protección Del Corazón: Los estudios han mostrado que la cúrcuma puede ayudar a reducir el colesterol. También se muestra adecuada para prevenir los coágulos internos de la sangre que afecta el corazón.
Otros: Los estudios recientes muestran resultados prometedores en el uso de la cúrcuma para el tratamiento o prevención contra el cáncer. Se cree que inhibe el crecimiento de las células tumorales del linfoma. Otro estudio ha mostrado que las ayudas de la cúrcuma previenen el desarrollo del tumor en animales.
En la medida que las mujeres de Chalatenango acumulan experiencias sobre el uso y beneficio de la cúrcuma, como parte de la estrategia para lograr soberanía alimentaria en el territorio, las referencias científicas se hacen más evidentes en los testimonios de las campesinas productoras del rizoma. El aporte inmediato de esta planta se manifiesta en la sustitución de condimentos industriales, muy comunes en la cocina campesina actual y causantes de irritaciones intestinales con consecuencias crónicas en las familias de la región.
En medio de la pandemia el uso de la cúrcuma fue a gran escala, siendo este el primer ingrediente en la medicina natural alternativa, implementándola en la base alimentaria y para la prevención de las enfermedades como el COVID-19. Las mujeres optaron por elaborar y consumir la curcumiel°, el te de cúrcuma con jengibre, para fortalecer el sistema inmunológico y por sus efectos antiinflamatorios y bacterianos.
El entusiasmo y creatividad de las mujeres chalatecas por conocer, cultivar y aprovechar esta valiosa raíz, rasga el velo oscurantista implantado en el pasado, al considerarla perjudicial y se convierte en un importante pilar para la soberanía alimentaria en la región.
Curcumiel:
La curcumiel: es la integración de la cúrcuma y la miel de abeja que se convierte en un jarabe natural con potentes propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que fortalece el sistema inmunológico proporcionándolo de una cantidad de defensas al cuerpo.
Ingredientes:
- Cúrcuma
- Miel
- Canela
- Clavo de olor
- Agua destilada
Descripción:
La Cúrcuma longa Natural de la India y de Indonesia, la cúrcuma es una planta perenne con las raíces anaranjadas, tuberosas que tienen cerca de 2 pies en longitud. Las piezas aéreas, que alcanzan 60-100 cm. De hojas oblongas o elípticas de 30 –50 cm. Inflorescencia cilíndrica, 10-15 cm de largo, flores amarillo pálido, cáliz tubular, corola 2-3 veces mayor. El tallo es subterráneo formado por dos tipos de rizoma el central, conocido como bulbo (madre) y los brotes amarillo-naranja.
Condiciones de siembra y cosecha:
Se requiere de clima tropical o subtropical, con temperatura elevada, agua abundante (1550-500 mm/año). El suelo debe ser permeable, arenoso, suelto, cenagoso, de preferencia a la orilla de ríos. La planta es sensible al empantanamiento y alcalinidad. Se debe sembrar en cama plana o surco a distancias de 25 x 25 ó 45 x 60 cm; requiriendo de fertilización orgánica.
La cosecha se realiza de 7 a 10 meses luego de la siembra, dependiendo de la variedad, cuando amarillas las hojas, se escarba, se escogen los rizomas tiernos, se lavan y secan para su almacenamiento.}
Fotos créditos: CCR Chalatenango